Somos un grupo de personas heterogéneo pero que compartimos una afición común: las motos.
El mundo de las motos es un mundo amplio donde cabe cualquier persona de cualquier carácter y mentalidad.
Los hay tranquilos, a los que les gusta disfrutar del paisaje. Los hay más nerviosos, que quieren disfrutar de la velocidad. Los hay presumidos, tímidos, rápidos, lentos, cabales, arriesgados...
Pero todos los moteros tenemos en el fondo un gen compartido. Ese gen que nos hace sentirnos libres encima de nuestras motos. El que hace que amemos el ruido de nuestras máquinas, el sentir el viento, el paisaje, las curvas, las rectas. El gen que hace que lo importante no sea sólo llegar, sino disfrutar del trayecto y de la compañía.
Por eso los moteros somos una inmensa familia. Fíjate si nos ves por la carretera porque nos verás como siempre nos saludamos cuando nos cruzamos con otras motos, aunque no nos conozcamos de nada. Fíjate que si ves una moto averiada por la carretera, siempre verás cerca otro motero que ha parado a ayudar.
Somos solidarios y respetuosos. A menudo cuando salimos de ruta nos agrupamos con otros moteros que siguen el mismo trayecto y almorzamos juntos, compartimos experiencias, piques, relatos.
En un mundo en el que cada vez vivimos más aislados unos de otros, metidos en nuestros cubículos en el trabajo, metidos en nuestra casa cara a la tele o al ordenador; en un mundo en el que cada vez las relaciones son más virtuales a traves de la red y menos humanas, los moteros seguimos prefiriendo el contacto con las personas. Cuantas más, mejor. Preferimos el aire libre, la amistad, el compañerismo y, por supuesto, nuestras motos.
Así somos en la Peña Motorista Agarra't que ve Curva. Una peña con un número pequeño de socios pero con un corazón muy grande.
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Ráfagas.
